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El desprecio de la sociedad hacia la discapacidad

Horrores vivenciales

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Normalidad, discriminación y violencia supremacista

El significado y las consecuencias de la discriminación supremacista es extrapolable a muchas realidades humanas porque la discriminación, a pesar de tener muchos rostros, parte de un elemento troncal común: por un lado el rechazo y el abuso de aquél que es diferente y, por el otro, el dolor de no ser admitidos por aquellos que se han erigido como el patrón social ‘válido’ que ejerce el poder supremacista que dicta cual es la norma social y que la mayoría ha tolerado, ha ocultado y ha justificado fiel e inconscientemente porque es ‘lo normal’. 

Pero bajo este sistema binario de las capacidades seguimos usando etiquetas, un lenguaje de atributos y manteniendo unos vínculos emocionalmente desadaptativos que no permiten la armonía entre todos los miembros de un mismo ecosistema. Lo cual, no deja de ser una falta ética de respeto hacia la diversidad. Y lo que no se respeta, es porque no se valora. Puede ser por eso que, la sociedad, y los individuos que la componemos, hemos preferido crear mecanismos de opresión basados en la diferencia.  

Porque ser humano no significa simplemente obedecer las leyes de la normalidad, que es uno de los inventos más excluyentes. Ni tampoco seguir los mapas y territorios ‘especiales’, tanto físicos como emocionales, trazados por los otros y reservados a las personas con diversidad funcional. Porque estos mapas y territorios nos separan y se convierten en auténticas cartografías de la vulnerabilidad que imponen, de una manera o de otra, la obligación y el deseo de ser o de hacer como… Como Mesi; como Naomi Campbell; como tu padre; como los otros niños… Y estas cartografías de la vulnerabilidad acaban con la exclusión de aquellos que no satisfacen estas normas. 

De esta forma, la pretensión de las personas con diversidad funcional a vivir una vida no vivida puede significar su defunción emocional. Porque la aspiración a ser normal no es neutral, sino violentamente obligatoria en función de una integridad corporal normativa que aleja a la persona de su esencia.  

Quizás piensas que exagero y que solo se trata de casos aislados o productos de la casualidad. Pues bien, los siguientes son hechos reales y no precisamente casos anecdóticos… 

∙ La verdadera discriminación es económica (eldiario.es) 

∙ El celador de Olot asegura que quería a los 11 ancianos que mató | Sociedad | EL PAÍS (elpais.com)

∙ Detenido por mantener a menores discapacitados en una residencia ilegal | Noticias La Tribuna de Toledo

∙ El hombre que dejó agonizar a su mujer con esclerosis múltiple durante cinco días llevaba una década vejándola y amenazándola | Sociedad | EL PAÍS (elpais.com)

∙ Cercas: un escritor no puede ser un autista

∙ Una mujer con discapacidad fue abusada y quedó embarazada en un centro asistencial (a24.com)

∙ «Se aprovechó de las circunstancias»: Una joven con discapacidad fue violada por su primo y quedó embarazada – Red Uno de Bolivia

∙ ▷ Vídeo | Una mujer con discapacidad debe arrastrarse por el pasillo de un avión para poder ir al baño (contrainformacion.es)

∙ Un pastor fue enviado a la cárcel por abusar de una mujer con discapacidad (90minutos.co)

∙ Detenido un fisioterapeuta por violar a una niña con parálisis cerebral en un centro municipal de Torrent | Las Provincias

∙ El sueldo de hombres y mujeres con discapacidad es 21% y 14,7% menor respectivamente que en población sin discapacidad (europapress.es)

∙ Detenido por dejar morir de desnutrición a su hermano discapacitado | Andalucía Información. Noticias de Torremolinos (andaluciainformacion.es)

∙ Sucesos de la Violencia de género y discapacidad. «Le pedía ayuda para ducharme pero no me ayudaba, no me daba ni un vaso de agua» | RTVE.es

∙ Un guardia de seguridad le arranca la bolsa de colostomía a la entrada de una discoteca (telecinco.es)

∙ Un hotel de Vinaròs veta la estancia a un grupo de ocho discapacitados (elperiodico.com)

∙ Rajoy recortó 2.865 millones en dependencia en su legislatura | Politica | EL PAÍS (elpais.com)

∙ La Junta de Castilla y León, obligada a dar explicaciones tras el escándalo de las residenciasinspeccionadas por Chicote (eldiario.es)

∙ 3 detenidos por violar a una chica discapacitada de 17 años en Mataró (elperiodico.com)

∙ Una rampa para Juan Carlos antes que una silla de ruedas para evitar la ‘ humillación’ (elespanol.com)

∙ Aparece muerto en un pozo un interno de una residencia de discapacitados psíquicos (laregion.es)

∙ Gallardón permite el internamiento perpetuo de enfermos mentales | Público (publico.es) 

∙  Condenado un conductor de la EMT por vejar a una menor discapacitada | Radio Madrid | Cadena SER

∙ Siete de cada 10 adolescentes españoles con discapacidad siente discriminación en el colegio (europapress.es)

∙ El director de una residencia halla en un pozo el cuerpo de un interno desaparecido – Faro deVigo

∙ Desigualdad: Los trabajadores con discapacidad cobran 4.000 euros menos que el resto | Público (publico.es)

∙ Igualdad creará más de 1.000 plazas en centros para personas con diversidad funcional y conenfermedad mental crónica – Castellon Información (castelloninformacion.com) 

∙ Una menor con discapacidad mental, violada por el director de un colegio y varios profesores (lasexta.com)

∙ Pablo Echenique: «Un dependiente sin asistencia o encerrado en una residencia está viendo violados sus derechos humanos» (II) (eldiario.es)

∙ El acoso escolar afecta tres veces más a los niños con diversidad funcional (elprogreso.es)

∙ Padres de niños discapacitados exigen su derecho a ir a colegios ordinarios (diariodemallorca.es)

∙ CUANDO LA DISCAPACIDAD SE CONVIERTE EN UN NEGOCIO | EL MUNDO 

∙ El deterioro de una residencia de mayores de Madrid: “Les tienen aparcados en un comedor sin hacer nada» (eldiario.es)

∙ Detenidos cuatro empleados de una residencia de discapacitados en Málaga por malos tratos (20minutos.es)

∙ «No hay pan ni refrescos»: un bar de Alicante se niega a servir a un grupo de 33 discapacitados (abc.es)

∙ Reino Unido confirma la legalidad de abortar fetos con síndrome de Down hasta el momento del parto | Internacional (elmundo.es)

∙ Atan a un menor con síndrome de Down a una silla en un campamento (larazon.es)

∙ Un hombre mata a cuchilladas a 19 discapacitados en Japón – Levante-EMV  

∙ “Le gritan monstruo. Solo tiene 8 años y habla de quitarse la vida”, un padre escribe una emotiva carta para reflexionar sobre el «bullying» (despiertacultura.com)

∙ Discapacidad, pobreza y exclusión social en el Informe anual del indicador AROPE — elkartu 

∙ Relato sobre la discriminación observada en una oposición a personas con gran discapacidad. (proyectoabedul.es)

∙ Alumnos de educación especial se sienten «excluidos» en una excursión | La Voz de Almería (lavozdealmeria.com)

∙ «Mi hija no puede ir a las excursiones del colegio porque no hay personal de enfermería» | Actualidad | Cadena SER

∙ Un alumno discapacitado denuncia que una escuela se niega a calificarle (lavanguardia.com)

∙ Una pareja se suicida tras matar a su hija discapacitada en Barcelona (elconfidencial.com)

∙ Los seis refugiados salidos violan a una sueca en silla de ruedas… ¡y les dejan libres por la cara! – PD America (periodistadigital.com)

∙ Cuatro de cada diez mujeres con discapacidad han sufrido violencia psicológica (lavanguardia.com)

∙ Siete de cada diez mujeres con discapacidad que sufren violencia de género no denuncian las agresiones | TodoAlicante

∙ Cuatro de cada diez delitos de odio no se esclarecieron en 2022 (newtral.es)

∙ El 40% de los alumnos de la ESO con discapacidad sufren acoso escolar en la comunidad | El Norte de Castilla

∙ Bullying y discapacidad: «El problema no es la diferencia de la víctima sino la intolerancia de los demás» (20minutos.es)

∙ El 90% de las personas con discapacidad sufre abusos (webconsultas.com)

∙ Dan una paliza a una niña con autismo hasta dejarla inconsciente y lo graban con el móvil (20minutos.es)

∙ Las personas con discapacidad tienen diez veces más posibilidades de sufrir maltrato (europapress.es)

∙ Casi la mitad de los niños con autismo sufren acoso: «Me han echado fuego mientras dormía» (lasexta.com)

∙ Torturas en un centro para discapacitados en La Palma: heces y orina en la cara, baños de agua helada y camisas de fuerza (antena3.com)

∙ Un hombre agrede a una joven con síndrome de Down en el metro de Barcelona y le rompe las gafas (lasexta.com)

∙ Aparecen pintadas vejatorias y símbolos nazis en un centro de Educación Especial | Público (publico.es)

∙ Vueling deja en tierra a un paralítico al no poder desconectar la batería de su silla eléctrica (lavanguardia.com)

∙ El desgarrador caso de la deportista paraolímpica violada por compañeros: “Me sometieron en la silla de ruedas” (larazon.es)

∙ Un campamento para discapacitados entre ratas y basura | SER Toledo | Cadena SER

 ∙ La dueña del bar que “no admite discapacitados” quedó citada a la Fiscalía por la Ley Zamudio (soychile.cl)

Todas estas prácticas suponen un paisaje emocional cotidiano lleno de muros que dificultan el desarrollo y el reconocimiento social e individual de las personas con diversidad funcional. Y cuando los ‘otros’ y el ‘mundo’, no perciben esta violencia es porque la están ejerciendo socialmente, ya sea por acción o por omisión. Y si aún no lo crees, piensa en cuáles son tus propios privilegios que nublan tu empatía y no te permiten verla.  

Esta indeterminación es como una vía de tren que permite transitar en ambos sentidos. En una dirección nos dirigiríamos hacia el cambio cultural y de mentalidad a través de la gestión emocional basada en el valor de la diversidad. Y, en la otra dirección, hacia las creencias desadaptativas, la falta de igualdad de oportunidades, la violencia explícita o implícita y a la discriminación hacia las personas que no cumplen ‘la norma’.  

Y en esta transición interminable de un extremo a otro, situarse en medio de la vía, representa ejercer la violencia estructural, porque es aceptar la ambigüedad propia del silencio y de la inacción. Y es precisamente esa indeterminación sobre las personas con diversidad funcional la que da paso al rechazo y a la opresión, sin que ni siquiera los miembros del ecosistemas sean conscientes de que la están ejerciendo. Y es que, a menudo, la ‘violencia estructural’ está presente cuando, en la práctica, la violencia se desfigura y puede parecer otra cosa. 

De esa manera es como la violencia estructural también actúa intentando convencernos de que la sociedad se encuentra en una transición en lo que se refiere al trato dado a las personas con diversidad funcional. ¿Quién no ha oído decir: se ha avanzado mucho en este sentido…? Eso suele suceder porque la violencia estructural que soportan las personas con diversidad funcional se ve romantizada por la sociedad, es decir, se le da una apariencia sentimental idónea que produce y sostiene el amor compasivo entendido como lástima y haciendo ver así la discapacidad como un tema de superación personal. 

Y esto es como si la discapacidad hubiera de definir por completo al individuo. Lo cual, no es más que una cosificación de las personas con diversidad funcional para encontrar en ellas una fuente de inspiración por el hecho de encontrarse en una situación de desventaja (en realidad provocada por el poder supremacista). Y verlas así contribuye y sustenta que la sociedad las trate con compasión y lástima, y no con dignidad y respeto.  

La violencia estructural ejercida contra las personas con diversidad funcional genera un paisaje emocional cotidiano devastador y lleno de muros que dificulta o impide el desarrollo y el valor social e individual, de las personas con diversidad funcional. 

La buena noticia es que la discriminación se erradica cuando la otredad se comprende en carne propia. Es decir, para deconstruir la discriminación se precisa conocer y adentrarse en el orígen de la diversidad funcional; examinar y analizar su naturaleza de forma minuciosa y detallada; y llegar a interpretar y comprender todos sus significados y todas las facetas de esa realidad humana tan confusa de entender para la mayoría.  

Es por eso que, si te abrieras a pensar de manera diferente, permitirías que la realidad se manifestarade forma diferente, y te darías cuenta de que algunas personas no son tan ‘especiales’. Como decía J.L. Borges: “Mira que tenerte que quedar ciego para ver las cosas claras…”. Porque si te parecen que son personas especiales es porque así es como las has querido construir. Es decir, puedes escoger entre ser parte del problema de la opresión o formar parte de la solución emocionalmente ecológica. 

Por eso, para que las personas con diversidad funcional puedan habitar su propio cuerpo físico y espiritual en un ecosistema plagado de mapas y territorios homogeneizadores y excluyentes, tu compromiso, el de todas y todos, debe de comenzar por atreverte a traspasar el espejo. Si, como hizo en ‘Alicia a través del espejo’ en la obra Lewis Carroll. 

Y eso de traspasar el espejo es atreverte a alinear tu eje PEA (pensamiento-emoción-acción) de forma coherente y armónica de acuerdo a una nueva forma de pensamiento y de acción hacia la diversidad, a partir de un ejercicio de empatía que permita observar toda la realidad humana y la interprete ‘desde dentro’, eliminando así cualquier rastro de prejuicios y favoreciendo la calidad de los vínculos. 

Es entonces, cuando traspasamos el espejo, que la vida nos reta a salir de nuestra zona de confort y explorar y aprender de esos nuevos territorios interiores y exteriores. Y es que la vida no es un problema para ser resuelto, sino un misterio para ser vivido. Es por eso que tu misión en la vida no puede ser querer cambiar el mundo, tu mundo, lo que te rodea, ni tampoco cambiar a los demás. Sino cambiar en ti mismo todo lo que ves en el mundo que te hace sufrir para poder vivir la incertidumbre consustancial a la vida de la forma más equilibrada posible y el menor impacto en la de los demás. Y de esta forma la diversidad funcional dejará de definir a la persona.  

Se hace vital, pues, traspasar el espejo rápido, porque lo que una generación tolera, la siguiente lo tomará como un estilo de vida. Es decir, como algo ‘normal’ que ‘siempre se ha hecho así’. Por lo tanto, esta transformación requiere un cambio de mentalidad que dé paso a vínculos basados en el respeto, en la tolerancia, en la cooperación, en la solidaridad, en la igualdad de oportunidades y en la construcción de un espacio común de convivencia sin barreras físicas ni actitudinales.

Autor: Rafa Reoyo González


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